Tendencias globales de mercado para
alcanzar
la certificación de palma de
aceite sostenible
En la VII Conferencia
Latinoamericana de la RSPO (Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible) que
tuvo lugar recientemente en Cali - Colombia, participaron compañías y palmicultores
de Latinoamérica para conocer las actividades de la industria en materia de
certificación. Así mismo, multinacionales como Cargill, PEPSICO y Grupo Daabon estuvieron presentes para exponer las prácticas de sus organizaciones.
Marie Lavialle –
Piot, Gerente del Programa de Sostenibilidad en Cargill, se refirió al debate actual en Europa respecto a la
deforestación y la búsqueda de soluciones al respecto, al tiempo que resaltó la
necesidad de aumentar la confianza en el aceite de palma certificado y el
reconocimiento de la RSPO como un estándar global, entre los compradores y los
productores.
Otro de los desafíos para
el viejo continente es reevaluar las tácticas para alcanzar la certificación
por parte de los pequeños y medianos productores, puesto que actualmente
existen las mismas normas para un cultivo de dos hectáreas, como para una plantación
de 10.000 hectáreas, siendo esto una barrera para los pequeños productores.
Por esta razón, Cargill
ha considerado que en principio, se debe apoyar a los pequeños productores mediante
la capacitación para adoptar mejores prácticas agrícolas (GAP), aumentar las
técnicas sostenibles en los procesos de la palmicultura y así, alistarlos poco
a poco hacia la certificación.
“Actualmente el 21 %
del aceite de palma mundial está
certificado por la RSPO, esto debe aumentar a 50 % o más, si vamos a hacer que el
aceite de palma sostenible sea la corriente principal” sustentó Lavialle –
Piot. Una de sus conclusiones sobre cómo alcanzar esta meta, es a través de la
comunicación en torno al aceite de palma, en donde se destaquen los beneficios sociales,
ambientales y económicos de la industria; con el fin de motivar a sus
productores a construir una cadena de suministro de aceite de palma 100 %
transparente, rastreable y sostenible, desde el mismo cultivo.
Posteriormente, se
dio paso a la intervención de Luciane Tocchini, Gerente de Adquisiones de
PEPSICO, quien expuso el compromiso de la compañía en la participación de una
cadena de producción en la que, desde el origen, mantiene su compromiso con los
derechos sociales en los sectores de la palma de aceite.
La forma en que esta
compañía ha trascendido a mejores prácticas, ha sido a través de PROFOREST, una
ONG que ha apoyado a Pepsico en este programa, mediante el cual, la multinacional busca
capacitar alrededor de 150 pequeños palmicultores (52.000 hectáreas) sobre técnicas
sostenibles de cultivo de aceite de palma, tales como salvaguardar la
biodiversidad, desarrollar la capacidad local y mejorar la calidad de vida de
los pequeños agricultores.
Según Tocchini, este
tipo de prácticas permitirá que el modelo de desarrollo sostenible para la
industria de la palma aceitera, sirva de ejemplo para que más productores
decidan involucrarse y quieran cumplir con los estándares mínimos que exige la
RSPO, pues “se trata de un trabajo en conjunto entre proveedores, empresas,
franquicias y otros socios comerciales, para identificar nuevas soluciones y
colaborar en programas y métodos de implementación exitosos”.
Por su parte, Felipe
Guerrero Zúñiga, Director Corporativo de Sostenibilidad de Daabon para Colombia,
destacó el hecho de que el país sea relevante en el mundo y América Latina como
un destino muy importante en materia de aceite de palma sostenible, pues
actualmente “12 empresas ya están certificadas y decenas en procesos de
certificación, lo cual habla de que en Colombia hacer agricultura sostenible,
no solo es posible, sino que los mismos palmicultores han decidido actuar con
mejores prácticas de producción, trazabilidad y derechos humanos. Ellos han
pensado esto mucho antes que en la calidad del producto” sustentó.
Sin embargo, Guerrero
añadió que para llegar a este tipo de certificación, hay que responder, en
primera instancia, a la institucionalidad, realizar un trabajo intenso en el
mantenimiento de relaciones laborales formales, transparencia, desarrollo local y efectiva respuesta a sus
públicos internos y externos, pues más allá de conseguir un reconocimiento por
parte de la RSPO, debe haber un compromiso genuino por actuar de una mejor
manera. “Eso y muchos otros objetivos son los que cuando se alcanzan y se
pueden constatar, terminan generando la noble condición de palma sostenible”
añadió Guerrero Zúñiga.
Es importante
destacar que avanzar en materia de sostenibilidad también es una tendencia de
mercado, debido a que el consumidor actual es mucho más consciente de su
capacidad para castigar o favorecer con su decisión de compra a un producto que
no responde a cierta escala de valores. Mantenerse elevado en el ranking de
sostenibilidad, usualmente tiene mayor posición dentro de las ventas del mundo.
“Daabon no solo es
productor de aceite, también nos acercamos mucho al cliente final, nos
retroalimentamos de lo que dicen porque parte de ese insumo es lo que nosotros
desarrollamos dentro de la empresa como estrategias de sostenibilidad para
poder medir y responderles a esos clientes que son fieles a nuestros productos”
aseguró Guerrero.
Así concluyó el panel
sobre Tendencias de mercado para los productos de palma aceitera certificada, en
el cual Colombia se posiciona como uno de los países que trabaja en el cumplimiento de políticas sociales,
ambientales y económicas orientadas a la sostenibilidad de la agroindustria.
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