Visita Diplomática e Internacional al núcleo Palmero Loma
Fresca, en San Pablo, sur de Bolívar, mostró realidad de la agroindustria en
Colombia
En visita de
familiarización a San Pablo, sur de Bolívar, representantes del cuerpo
diplomático y organismos multilaterales conocieron el núcleo palmero Loma
Fresca, con 8.708 hectáreas sembradas, de las cuales más de 5.500
pertenecen a pequeños y medianos
cultivadores de palma de aceite, oriundos
de este municipio y de Simití,
quienes han logrado un desarrollo sostenible, gracias al acompañamiento
empresarial de la agroindustria.
Una experiencia
vivencial que les permitió a los asistentes conocer de cerca por qué la palma
de aceite de Colombia es única y diferenciada.
La Federación Nacional de Cultivadores de
Palma de Aceite, Fedepalma, en cabeza de su Presidente Ejecutivo, Jens Mesa
Dishington y el Presidente de la Junta Directiva de Fedepalma, Luis Francisco
Dangond, lideró una visita de
familiarización con miembros del cuerpo diplomático y representantes de
organismos multilaterales, a San Pablo, sur de Bolívar, uno de los municipios
más azotados por la violencia en Colombia, en el cual el sector palmero ha
contribuido a su desarrollo, con el objetivo de que los asistentes conocieran,
de primera mano, aspectos generales del cultivo y de la extracción del aceite
de palma, vivenciando el alcance e
impacto en las regiones, de la agroindustria de la palma de aceite y su
compromiso con la sostenibilidad.
A la visita asistieron en esta oportunidad
Peter Tibber, Embajador de Gran Bretaña; Cesare Bieller, Consejero de la
Embajada de Italia en Colombia; Pedro Castro, Asesor de Agricultura de la Embajada Británica en Colombia, Zofia
Polakiewicz, Representante de la Agencia Polaca de Inversión y Comercio, Eduardo Medina, Coordinador del Programa de
Migración y Ruralidad de la Organización Internacional para las Migraciones,
OIM, Jorge Vollrath, Ejecutivo Sector
Privado de la Corporación Andina de Fomento (CAF), Enrique González-Quijano,
Consejero Adjunto de la Embajada de
España en Colombia, Alexandre Arnaud,Responsable de Comunicaciones de la Embajada de Francia en Colombia, Jaime
Mañozca, Profesional Especializado en Asociatividad de la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO, Angelo Gobbo, Director de la Camára de
Comercio Italiana para Colombia, Ian Webb, Presidente de Howden Re Colombia y
miembro de la Junta Directiva de la Cámara Colombo Británica y Gideon Long,
Periodista Corresponsal en Colombia del Financial Times.
Los participantes en esta jornada escucharon
los testimonios de 21 líderes campesinos de la región, voces que explican un
estudio del Departamento Nacional de Planeación, DNP, realizado en 2015, que
encuentra que al comparar municipios que han afrontado el conflicto armado
donde existe el cultivo de palma de aceite, frente a municipios con el mismo
conflicto pero que no tienen palma cultivada, los ingresos per cápita de los
municipios palmeros superan 30 %, llamándolo “dividendo social de la palma”.
Cada historia de estos pequeños productores,
algunos de ellos asociados y todos organizados en torno al núcleo palmero de
Loma Fresca, logró que los visitantes vieran que hay regiones de Colombia,
donde es una realidad que el cultivo de palma de aceite se desarrolla de manera
sostenible y sustituye los cultivos ilícitos. Hubo un común denominador en los
relatos de estos productores: pasaron de la pobreza a ser generadores de
riqueza para ellos, sus familias, sus empleados y a proporcionar bienestar a toda la comunidad, dinamizando el
comercio del municipio.
Jens Mesa Dishington, Presidente Ejecutivo de
Fedepalma, les habló de las principales
cifras de la agroindustria en Colombia, que se encuentra conformada por más de
6.000 productores, de los cuales 84 % son de pequeña escala, poseen menos de 50
hectáreas y la mayoría integrados en 139 alianzas productivas estratégicas,
organizados a su vez, en 69 núcleos palmeros, presentes en 160 municipios de 21
departamentos del país.
Les indicó también que el sector palmero
colombiano ha tenido un mínimo impacto en deforestación en su desarrollo pues
se ha sembrado en suelos de pasturas
degradadas o remplazando cultivos de ciclo corto, como lo señalan estudios de
universidades internacionales como la Universidad de Duke, publicado en 2016
por Varsha Vijay y Stuart L. Pimm, titulado: “Los impactos de la palma de
aceite en la reciente deforestación y pérdida de biodiversidad”, que demuestra
que si bien entre 1989 y 2013 el área cultivada creció en 69,5 %, la
deforestación en Colombia asociada fue mínima, cercana a 0 %.
El dirigente gremial manifestó que según
cifras de 2017, el sector palmicultor ha generado 170.000 puestos de trabajo,
entre directos e indirectos, con una
formalidad superior al 82 %,
información que, sin duda, mostró a los participantes en esta
experiencia que la palma de aceite en Colombia es única y diferenciada.
Fue una visita en la que se utilizó
transporte aéreo, fluvial por el río Magdalena y terrestre desde el puerto a la
plantación y a la planta de beneficio y que permitió a los asistentes conocer,
paso a paso, el proceso de extracción del aceite crudo de palma y de aceite de palmiste, la torta de palmiste
y la biomasa que se genera en el proceso, quedando claro el ciclo de
sostenibilidad de esta agroindustria y el por qué el biodiésel de palma
colombiano tiene la capacidad de disminuir en más de 83 % la emisión de gases
de efecto invernadero en comparación con la producción y uso del combustible
fósil tradicional.
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