El 7 de diciembre
se lleva a cabo en Colombia la tradicional noche de las velitas, celebración
que originalmente conmemoraba la Inmaculada Concepción de la Virgen María, pero
que hoy día trasciende lo religioso y se convierte en una fiesta de luz para
que las familias compartan encendiendo velas y faroles, dando la bienvenida a
la época navideña.
Uno de los
destinos preferidos para recibir esta fecha es Villa de Leyva, hermoso y
colonial municipio de Boyacá que está ubicado a dos horas y media de Bogotá en
carro. Con aproximadamente 128 kilómetros cuadrados de extensión, suele ser
visitado todo el año por turistas nacionales y extranjeros, debido a su
arquitectura colonial, hermosos paisajes y tradición vinícola. Sin embargo,
para la celebración del denominado día de las velitas, este destino toma una
mayor importancia ya que se lleva a cabo el Festival de luces que permite
apreciar un disfrutar un maravilloso e inolvidable espectáculo de pirotecnia.
De acuerdo con la empresa de viajes Despegar Colombia, uno de los mayores atractivos de Villa de Leyva es su gran variedad de hospedaje para todos los gustos y presupuestos, ofreciendo desde casonas coloniales y casas de campo, hasta opciones de Glamping e incluso lujosos hoteles boutique.
“Aunque visitar este tradicional destino boyacense ya es toda una experiencia, también se encuentran múltiples actividades turísticas para los viajeros, como por ejemplo, visitar Pozos Azules, tres hermosos embalses artificiales ubicados a pocos minutos del pueblo; también la Casa Terracota, una vivienda hecha de cerámica; y para los amantes de la cultura, se encuentra el museo El Fósil o el parque Arqueológico de Moniquirá”, comenta Inés Hochstadter, Country Manager de Despegar Colombia, Perú y Ecuador. Todas estas actividades están disponibles a través de la página web de la empresa.
Si considera pasar por Villa de Leyva, no deje de recorrer la Plaza Mayor que cuenta con 1.400 metros cuadrados empedrados y está rodeada de construcciones coloniales. Allí, puede aprovechar y visitar la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, construida en 1850.
Finalmente, no puede irse sin conocer el viñedo Ain Karim, considerado el más grande de Colombia, varias veces ganador de concursos internacionales y que ofrece un recorrido por sus plantaciones y su cava, además de charlas acerca del cultivo, fabricación y almacenamiento del vino.
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